lunes, 2 de mayo de 2011

El descabezado carnavalero!!

          El Descabezado         
                                   

, con su apariencia moribunda, representa el llamado corte de cabeza, con el que se amenazaba antes de acabar con los enemigos u opositores de la época de violencia en los partidos políticos. Este disfraz causa aturdimiento y en su mano porta un machete con el que abre paso en los desfiles y amenaza al público descuidado.


Cuando se escoge al disfraz ‘El descabezado’ como Rey Momo del Carnaval de Barranquilla en el 2009 se reconoce a su portador Wilfrido Escorcia y a su familia la constancia y la exaltación por mantener vivas las posibilidades de expresión de los sentimientos populares en las fiestas. El disfraz un tambaleante recién descabezado por un certero machetazo, carnavalea horrorizando falsamente al público. En su inicio reflejaba la violencia de los años cincuenta, aunque ya poco se mate a machetazos por ser liberal o conservador sino que se utilizan sofisticados instrumentos en masacres por causa de tierras y rutas del narcotráfico, pero la tragedia es la misma. La farsa del descabezado nos recordará en las fiestas que somos parte de un país que ríe desconcertado de su propia tragedia. Pero el carnaval es así, el mundo al revés. Será un carnaval presidido por el bacán Wilfrido, como Rey Momo, su parodia de la violencia lo acompañará en el trono.

 INTIMIDADES DEL DESCABEZADO

Papi, cuando esté grande voy a ser un disfraz de dragón como este .
Ismael Escorcia Salas sólo entendió lo que le decía su hijo Jesús cuando dirigió su mirada hasta las pequeñas manos del pequeño y vio un muñeco de caucho que su padrino le había regalado días antes por su tercer cumpleaños.
El sábado de Carnaval de 1996, Jesús cumplió su promesa e Ismael se sintió el padre más feliz de la tierra pues por primera vez lucía un disfraz hecho por uno de sus hijos. Lo llamaron El Depredador y era igual al muñeco dragón que su hijo le había mostrado diez años antes, anunciándole con ternura su deseo de ser artesanos de disfraces .
Fueron cuatro días en que la alegría y el entusiasmo por las fiestas del Dios Momo se mezclaban con el orgullo que sentía por su hijo de 13 años.
Así, pendiente de sus muchachos- también tiene a Guillermo, de 22 años, y Marta, de 15 años-, orgulloso de lo que hacen, sencillo y emotivo es la persona que luce El Hombre Descabezado, uno de los disfraces más representativo y tradicional de los Carnavales de Barranquilla, que apareció en las calles polvorientas de Barranquilla en 1954.
Ismael Escorcia Salas tiene 38 años y aprendió de su padre, el autor del disfraz y quien todavía lo usa, Ismael Escorcia Medina, que hay que transmitirle a los hijos el amor por el Carnaval, y que la fiesta que identifica a Barranquilla puede ser el elemento perfecto para mantener a la familia unida y en armonía.
Tan claro es su concepción sobre los carnavales y la familia, que ese fue el único año en que Ismael no usó el disfraz El Hombre Descabezado, el mismo que comenzó a lucir en 1978.
Delgado, de ojos grandes y cejas coposas, rostro fileño, con la piel curtida por el sol que recibe durante el día partiendo pavimento con un contratista de la empresa de servicio de Barranquilla, Triple A, que en la entrevista no deja perder oportunidad para decir lo mucho que sus hijos representan en su vida, es este hombre que también soñó cuando niño, con hacer disfraces.
Y aunque el deseo no se le hizo realidad, sí logró otros: lucir el que su padre había inventado, que sus hijos elaboraran dragones y guerreros de fantasía, e integrar a su familia alrededor del personaje con la Familia Descabezada.
Ismael reconoce, en su lenguaje sencillo, que una de las imágenes más hermosas que guarda de su infancia es cuando veía salir a su padre, el viejo Ismael, por las calles polvorientas de Barranquilla, caminando como a punto de caer, agarrando en una de sus manos una cabeza hecha de alambre, esponja y cartón, con la lengua afuera y los ojos desorbitados y sobre su cuerpo un caparazón cubierto con una camisa ensangrentada, mientras sus amiguitos del barrio salían despavoridos a esconderse debajo de las camas porque llegaba el Cabeza mocha .
Este disfraz hace parte de esa gama de figuras que nacen de la imaginación sin límites del hombre de la Costa Caribe, que no sólo capta las imágenes de la vida real para parodiar, sino las del mundo ficticio, las que otros inventan para hacer soñar, reír o llorar.
Porque El Descabezado nace de una joya del Séptimo Arte, protagonizada por El Gordo y El Flaco, que una tarde cualquiera de 1954, el viejo Ismael vió en un teatro ya desaparecido del popular barrio Rebolo, en el centro de Barranquilla. La imagen de uno de los personajes corriendo con su cabeza en la mano, luego de que uno de sus enemigos se la cortara sorprendió tanto a este hombre del campo que enseguida se le ocurrió darle vida en la fiesta del dios Momo.
Cómo nació la familia descabezada? Eso fue porque mi papá dejo de sacar El Descabezado por varios años, por problemas de salud. Entonces yo decidí revivirlo, pero como quería que la familia me acompañara, se hizo un disfraz parecido con rostro de mujer, y otro de niño, que se lo puso primero Guillermo cuando apenas tenía cinco años y luego Jesús. Durante algunos años, también se lo pusieron algunos sobrinos.
Quién elabora los disfraces? Toda la familia participa. Mi esposa Edith se encarga de la ropa y mis hijos le arreglan algunas partes del cuerpo que se hayan dañado o estén muy viejo. Lo bueno es que ahora, yo sirvo de ayudante a mis hijos y eso es un orgullo para mi.
El disfraz ha cambiado? El disfraz se mantiene en su esencia. Sólo ha evolucionado en su vestuario porque la idea es que El Descabezado y su familia se ajusten a los cambios de la moda.
El viejo Ismael, que es muy conservador, lo vistió inicialmente de pantalón caqui y camisa blanca, luego le cambió el color del pantalón a azul turquí. Yo le he puesto pantalón de cuadro en una época porque esa era la moda.
Qué opina el autor sobre la familia descabezada? Bueno él no le pone color a eso. El sigue sacando su Hombre Descabezado y le coloca un aviso de El Autor para diferenciarlo del que nosotros sacamos.
Qué premios ha ganado el hombre descabezado? Ninguno, pero eso no nos importa porque lo que realmente nos alegra es el aplauso de la gente, las palabras de entusiasmo. Además, mis hijos han ocupado importantes puestos en los concursos de disfraces, así que eso me enorgullece.

El africano Barranquillero!!


El africano
Este disfraz es una representación viva de los antiguos ritos africanos, en los que los hombres vestidos como animal creían atrapar sus virtudes y poderes. El tigre evoca las reminiscencias totémicas y estas se encuentran su materialización en una mascara de madera.

lunes, 4 de abril de 2011

disfraz del gorila!!

Gorilas
Así son estos gorilas Del origen de la danza hay que decir que fue tan causal y espontáneo como ellos mismos.
Cuenta Fernando Certain que todo empezó porque Alvaro Jaramillo Buitrago, cansado de ver pasar siempre las danzas, disfraces y comparsas, decidió caminar la Batalla de Flores .
En 1987 lo hizo solo, y no precisamente disfrazado de gorila, sino de muerte. Para el año siguiente entusiasmó a los amigos con los que acostumbraba divertirse. Como había fijado su residencia en Bogotá, les encomendó la misión de conseguir las caretas de la muerte, que según él vendían en el barrio El Pueblito.
Hasta allá llegaron ellos. Pero, oh sorpresa!. No había ni una sola careta de muerte, sino seis cabezas de gorila. Aplicando aquél refrán de que más vale paloma en mano que cien volando , decidieron apropiárselas y también hicieron el negocio para la confección del vestido.
Desde entonces, cada año, una manada de simios se pasea por las calles de Barranquilla, bailando, tomando y gozando el Carnaval.
Sobre el disfraz De la historia y el pasado del disfraz, no existen datos concretos. Se cree que es tan viejo como el mismo Carnaval y que quienes lo usan buscan mamar gallo simulando las gracias de esos animales , afirma el historiador Alfredo De la Espriella.
Según De la Espriella, el disfraz apareció hace muchos años, pero no es característico del Carnaval de Barranquilla, como lo es El Toro Grande, El Torito, El Congo Grande, el Mono Cuco, o El Garabato .
Para el investigador, profesor de teatro y maestro del disfraz Tomás Urueta, el disfraz de gorila apareció al tiempo que las danzas El Toro Grande, El Torito y Congo Grande, que llevan consigo a unos hombres disfrazados de animales, que reunidos se llaman zoológico o fauna .
Estos hombres utilizaban máscaras de animales como el gorila, perros, gatos, tigres, reminiscencias totémicas de la cultura africana , explica Urueta.
Según él, el disfraz pudo aparecer hace unos 150 años por los lados de Bolívar.
Recordemos que en Bolívar se constituyeron dos guetos de negros africanos, denominados Palenque y San Basilio. A estas personas les atraía rendirle culto a los animales de su país, como una forma de pedir favores o dar gracias por los bienes recibidos , afirma Urueta.
Darío Moreu, director de teatro contemporáneo y conocedor del tema, asegura que el disfraz aparece por el deseo de representar a otro y de evocar lo sorpresivo e inesperado .
El monstruo está dentro de cada ser humano y el gorila es, en este caso, el monstruo que simula la bestia, el miedo. Ahí es donde está la gracia , asegura.
Incluso, Enrique Salcedo, el hombre que ha creado cientos de disfraces, usó en 1942 su primer disfraz en las fiestas carnestoléndica, precisamente, en homenaje a los gorilas.
Ya no importa de dónde provengan, o cuándo hayan aparecido. Los Gorilas seguirán danzando en carnavales pa que no muera esta vaina linda que llevamos dentro. Pa que el fermento y la comezón del Carnaval que recibimos de nuestros abuelos y padres se proyecte a nuestros hijos y nietos. Pa que sigamos volando hacia Galapa o hacia cualquier sitio de la ciudad o el Departamento a mirar como van los disfraces o si ya están listas las máscaras. Pa seguí gozando del excitante recorrido de la Batalla de Flores junto a la magia que lleva implícita y que lo hace a uno aguantarse una soplada de rodilla o tener que andar en silla de ruedas o mil vainas más .